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· Salón Rico · Medina Azahara · Córdoba, España ·
«Medina Azahara (en árabe: مدينة الزهراء, en árabe clásico Madīnat az-Zahrāʾ, con la imela Medīnat az-Zahrāʾ, "la ciudad brillante"), fue una ciudad palatina o áulica que mandó edificar en el siglo X el primer califa de Córdoba, Abderramán III, a unos 8 km a las afueras de Córdoba en dirección noroeste, a los pies de Sierra Morena.
Los principales motivos de su construcción son de índole político-ideológica: la dignidad de califa exige la fundación de una nueva ciudad, símbolo de su poder, a imitación de otros califatos orientales y sobre todo, para mostrar su superioridad sobre sus grandes enemigos, el recién instaurado Califato fatimí de Ifriqiya, la zona norte del continente africano. Además de oponentes políticos, lo eran también en lo religioso, ya que los fatimíes, chiíes, eran enemigos de los omeyas, mayoritariamente de la rama islámica suní. La construcción comenzó en los años 936-940 y continuó durante varias fases durante su reinado y el de su primogénito, al-Hakam II (r. 961-976). La nueva ciudad incluía un nuevo salón de recepciones (Salón Rico), una mezquita aljama, oficinas administrativas y gubernamentales, residencias aristocráticas, jardines, una ceca, talleres, zonas militarizadas y baños árabes. El suministro de agua se realizaba a través de acueductos. Sin embargo, tras la muerte de al-Hakam II, el nuevo dictador Almanzor (939-1002) trasladó el centro administrativo a su propia ciudad, Medina Alzahira, y durante la guerra civil de al-Ándalus, Medina Azahara fue destruida entre los años 1010 y 1013, siendo sus materiales reutilizados en otros lugares.»

· Medina Azahara · La Casa de Yafar ·
Crédito imágenes: Wikimedia Commons
«Medina Azahara, la fastuosa y misteriosa ciudad que Abd-al Rahman III mandó construir a los pies de Sierra Morena, a ocho kilómetros de Córdoba capital, encierra, incluso en su nombre, historias legendarias. La tradición popular afirma que, autoproclamado Abd al-Rahman III califa en el 929 d.C., y tras ocho años de reinado, decidió edificar una ciudad palatina en honor a su favorita, Azahara. Sin embargo, recientes estudios aportan fuertes evidencias de la causa que impulsó al califa a fundar Medina Azahara. Una renovada imagen del recién creado Califato Independiente de Occidente, fuerte y poderoso, uno de los mayores reinos medievales de Europa, se acepta como el origen más probable de la nueva Medina.
Se dispone la ciudad en tres terrazas rodeadas por una muralla, situado el Alcázar real en la más superior y la intermedia. La zona más baja se reservó para viviendas y la mezquita, edificada extramuros. Las fuentes históricas apuntan a la participación de unas diez mil personas que trabajaban diariamente en su construcción. Abd al-Rahman no escatimó en materiales para lograr el efecto buscado: la insignia del poderoso reino que gobernaba. Ricos mármoles violáceos y rojos, oro y piedras preciosas, además del cuidado trabajo artesanal de los mejores canteros y las legendarias contribuciones bizantinas, ayudaron al encumbramiento del preciado proyecto.
Parte del alcázar tenía carácter público y era donde se sucedían las visitas oficiales. En la parte más alta se sitúa el Salón Alto, dispuesto en cinco naves con arcadas. Más abajo se encuentra el Salón Rico. La estancia se divide en tres naves con arcos de mármol rojo y azulado, siendo las laterales ciegas y abierta la central. La decoración de ataurique (motivos vegetales labrados) y la riqueza e los materiales han configurado el nombre del engalanado recinto, completado con baños y abierto al Jardín Alto, de gran hermosura. Se desarrolla este jardín en cuatro zonas, quedando el punto de intersección ocupado por un pabellón y cuatro albercas. Una de éstas, la enfrentada al Salón Rico ha pasado a la leyenda por cobijar en su interior mercurio y bañar el grandioso recinto con destellos de mil colores. Un complejo de calles en rampa empinada nos conducen al gran pórtico oriental, por donde accedían las grandes embajadas que recibía el califa. Delante del mismo se abría una gran plaza en la que se concentraban las tropas y el personal de las ceremonias protocolarias. A extramuros de la medina se emplazó la mezquita, levantada en poco más de un mes.
Este solemne recinto sufrió grandes destrozos a través de las sucesivas guerras que asolaron al-Andalus a principios del siglo XI, transformando en ruinas Madinat al-Zahra. El esfuerzo por crear una ciudad ideal tan sólo duró setenta años, efímera vida para la que fuera "favorita" del primer califa.»Crédito texto: "Turismo de Córdoba"
· Ciudad califal de Medina Azahara ·
· 𝐏𝐚𝐭𝐫𝐢𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐇𝐮𝐦𝐚𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 •
«Este yacimiento arqueológico engloba los majestuosos vestigios de la ciudad palaciega edificada a mediados del siglo X por la dinastía de los Omeyas para que fuera sede del califato de Córdoba. Después de un próspero periodo de casi ochenta años, Medina Azahara fue saqueada durante la guerra civil sucesoria de 1009-1010 que acabó con el poder de los califas. Los restos de la ciudad cayeron en el olvido durante más mil años, hasta su redescubrimiento en el primer tercio del siglo XX. Este sitio urbano abarca numerosas infraestructuras —calzadas, puentes y sistemas hidráulicos— así como edificios, elementos decorativos y objetos de uso diario que permiten conocer más a fondo la época de máximo esplendor de la desaparecida civilización islámica occidental de al-Ándalus.»
Video: gentileza del sitio de Instagram @unesco_es
Texto de: "UNESCO" http://whc.unesco.org/fr/list/1560/